Quiero decirte que en los últimos 12 años me he dedicado a tratar de responder esta pregunta de la forma más concreta y rápida posible para no caer en el tan confuso "depende".
Y después de haber creado nombres que cumplen ya 12 o 15 años y haber visto otros que duraron 6 meses, hoy te traigo algunos puntos que confirman que lo que tienes es un buen nombre.
Primero, me gustaría hacer un gran paréntesis para dejar claro que como decíamos en este post, ningún gran nombre ha sido validado por una investigación de mercado y esto es simplemente porque no le puedes preguntar a una persona si algo le gusta sin tener el contexto completo.
Y también tenemos que entender que los gustos y las compras no van de la mano, aunque así lo parezca. Por ejemplo, nos puede gustar la marca Pepsi, incluso su nombre representa todo lo que los nombradores tradicionales buscan: corto, fácil de pronunciar, etc., pero eso no ha hecho que le gane el mercado a Coca Cola porque los gustos no son iguales a las ventas.
Pero bien, aquí te dejo las características esenciales de un buen nombre:
Debe ser abstracto. Un buen nombre no es descriptivo, sino que busca contar una historia más allá del producto o del servicio. Esto hará que tu marca pueda crecer sin límites y que no tengas que preocuparte por el futuro, por lo menos en el tema del nombre.
Debe contar una historia. Un nombre sin historia no es más que palabras. Tenemos que crear el gancho perfecto para atrapar a nuestro público con todo lo que tenemos que decir. Es mejor tener un nombre difícil de entender al principio, pero interesante, porque nos permite tener la atención de las personas por más tiempo. Los vamos a entretener con todo lo que tenemos para decir. Además, esto nos permite seguir hablando de nuestra marca por años y años sin problema, algo que tu agencia de comunicación te agradecerá, ya que no tendrás que pensar cómo decir "ven a comprarnos" de 32 maneras diferentes.
Tiene que verse y leerse diferente a los demás. Esto, aunque parezca la parte más obvia, es lo que más resistencia genera en los dueños de las marcas y, tristemente, es lo que provoca que las empresas nunca lleguen a destacar. Tratar de hacer un nombre "que suene a la industria" es, al final, el peor error en el naming. La cantidad de empresas que hacen esto y fallan son gigantes en comparación con las que hacen algo totalmente distinto y tienen éxito. Por esto, nunca me cansaré de recomendar que hagan cosas que se sientan riesgosas, porque paradójicamente en el naming esto es lo que más asegura el éxito de tu marca.
Para terminar, quiero decirte que la realidad más importante en el naming es que para tener una respuesta totalmente concreta de si lo que tengo o no es un buen nombre, deberás dejar que pase el tiempo. Solo los años dirán si tomaste una buena decisión.
Sin embargo, apoyarte en un estudio de naming y en naming creators expertos hará que esto sea mucho más fácil de predecir.
Y eso es todo por ahora.
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